Dr. Marco Saint Pere Guibovich

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Esta enfermedad afecta al 38% de la población mundial, si bien hay una relación más lineal con la obesidad, en los últimos años personas delgadas también presentan esta enfermedad.

Según las investigaciones el consumo de comida rápida es la principal causante, provee una mezcla perfecta entre carne y bebidas artificiales.

Beber un vaso de gaseosa o de los refrescos artificiales aumenta en un 45% el riesgo.

Comer 14 nuggets de pollo triplica el riesgo en comparación con los que comieron 7 o menos nuggests al día.

Encontrado el culpable, las grasas y azucares; tenemos que decirles que no todas las grasas afectan al hígado de la misma manera. Las personas que sufren de inflamación por hígado graso consumían más grasa animal (y colesterol), pero menos grasa vegetal (y fibra y antioxidantes).

Este exceso de colesterol en la dieta está presente en alimentos como huevos, carne y lácteos, puede contribuir a la enfermedad hepática no alcohólica.

Este colesterol dietético puede oxidarse en el hígado, desencadenando una reacción en cadena que resulta en acumulación de grasa en este órgano. Cuando la concentración de colesterol en las células hepáticas es excesiva, puede cristalizarse como si fueran caramelos, lo que provoca inflamación similar a la que se ve en la gota causada por cristales de ácido úrico. Los glóbulos blancos intentan atrapar estos cristales de colesterol, lo que lleva a su muerte y a la liberación de sustancias inflamatorias. Esto puede explicar cómo los casos benignos de hígado graso pueden progresar hacia una hepatitis grave.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que el consumo de colesterol es un predictor significativo para la cirrosis y el cáncer de hígado. Aquellas personas que consumían la cantidad de colesterol equivalente a dos McMuffins de huevo o más (Sándwiches de Huevo) al día tenían el doble de riesgo de ser hospitalizadas o fallecer.

Una dieta vegetariana se asoció con una figura más esbelta, mejores niveles de azúcar en sangre, mejor colesterol y menos de la mitad del riesgo de enfermedad del hígado graso. Un ensayo clínico descubrió que el consumo de camote morado parece mejorar la inflamación del hígado.

Siendo la alimentación basada en plantas unas de las mejores formas de tratamiento y prevención por ser ricas en antioxidantes así como en fibra,  recomendamos tomar estos consejos de sus amigos de GARANTIA DE SALUD.

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Referencias:

• Ray K. NAFLD-the next global epidemic. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2013 Nov;10(11):621. doi: 10.1038/nrgastro.2013.197. PMID: 24185985.
• Kechagias S, Ernersson A, Dahlqvist O, et al. Fast-food-based hyper-alimentation can induce rapid and profound elevation of serum alanine aminotransferase in healthy subjects.  2008;57(5):649-654. doi:10.1136/gut.2007.131797
• Suda I, Ishikawa F, Hatakeyama M, et al. Intake of purple sweet potato beverage affects on serum hepatic biomarker levels of healthy adult men with borderline hepatitis. Eur J Clin Nutr. 2008;62(1):60-67. doi:10.1038/sj.ejcn.1602674