El cáncer es una enfermedad tan común hoy en día que está presente en casi todas las familias. La enfermedad se transformó en una epidemia mundial y en una de las mayores causas de muerte. Por eso, es importante saber si la persona tiene riesgo de tener una enfermedad, porque si esta se descubre en su comienzo, las chances de éxito en el tratamiento serán mayores.
El primer paso en la prevención del cáncer es verificar la historia familiar. La persona debe verificar entre los familiares más cercanos, hermanos, padres e hijos, si hay alguien con cáncer, hacer los exámenes necesarios para su detección y adoptar hábitos preventivos. Existen otras pruebas, si la persona tiene dudas, que pueden descubrir el riesgo aumentado. Pero estas pruebas pueden ser caras y a veces no accesibles. Vea en la siguiente tabla cuáles serían las pruebas específicas para el cáncer.
Marcadores de cáncer, y tipos de cáncer
- CA 12.5 Ovario
- AFPα Hígado
- CA 15.3 Mama
- BRCA 1 y 2 Mama
- CA 19.9 Páncreas
- CA 72.4 Estómago, ovario e intestino
- CEA Intestino
- PSA (Antígeno específico de la próstata) Próstata
- EBV (Epstein Barr virus) Nasofaringe
- HBV, HCV (Hepatitis B y C virus) Hígado
- HPV (Human papiloma virus) Cuello uterino, boca, garganta
Factores que complican
En segundo lugar, se debe evaluar la asociación con el cigarrillo. El humo es el factor más importante responsable de cáncer. Los principales cánceres relacionados al humo no son solo los ubicados en el pulmón y vías respiratorias, sino también en otros lugares más distantes, como el esófago, estómago, hígado, intestino, páncreas, vejiga, riñones, cuello uterino, leucemia, piel y pene.
El fumador o exfumador debe estar consciente de estos riesgos y hacer exámenes frecuentes para una detección precoz. Existen 69 sustancias cancerígenas en el humo del cigarrillo y por lo menos 11 de ellas son específicamente cancerígenas para el ser humano. Y para confirmar lo que el cigarrillo puede causar, una de esas sustancias se llama Polonium 210, que es radioactiva y se usa en usinas nucleares y en la fabricación de bombas atómicas.
Otro factor que aumenta el riesgo de cáncer es el exceso de peso y la obesidad. Se estima que por lo menos 13 tipos diferentes de cáncer están asociados a la obesidad. Aquí hay una lista: boca, faringe, laringe, hígado, riñones, esófago, estómago, intestino, próstata, mama, vesícula biliar, útero y ovario. El riesgo parece ser mayor para los que acumulan grasa en el abdomen; esta grasa produce sustancias inflamatorias y otras que causan un aumento de la insulina en el cuerpo. El exceso de insulina promueve el cáncer.
Cuidados fundamentales
Los factores ambientales también tienen que ser observados, especialmente en personas que trabajan en ambientes con polución. Las personas que actúan en la agricultura y se relacionan con pesticidas también tienen un riesgo aumentado de cáncer, así como los de áreas hospitalarias, donde están expuestos a los rayos X.
Otros factores están relacionados con el estilo de vida. Este debe comenzar bien temprano porque hoy se sabe que las personas que tuvieron un crecimiento acelerado y aumentado durante la infancia por una dieta rica en grasas, azúcares y carbohidratos refinados, tendrán un riesgo mayor de cáncer, especialmente de mama y de próstata.
El consumo de carne roja está relacionado al cáncer intestinal. Comer carnes embutidas (fríos, salame, salchichas) también aumenta el riesgo de cáncer en esa región, y probablemente del páncreas. Comer más fibra de origen vegetal y frutas disminuye el riesgo.
En general, existen dos tipos fundamentales de cáncer: uno está asociado a alteraciones producidas por el estilo de vida, como vimos anteriormente, incluyendo el cigarrillo, la obesidad y la polución ambiental; el otro tipo está relacionado a virus o infecciones. Por ejemplo, el cáncer de estómago está relacionado a una bacteria llamada Helicobacter pillory. Es la misma bacteria que causa úlceras en el estómago y que en general puede ser eliminada a través de un tratamiento con antibióticos.
Otros factores infecciosos
Otros factores infecciosos que están relacionados con el cáncer son transmitidos por la contaminación de la sangre o por la transmisión sexual, como el virus HPV, que aumenta el riesgo de cáncer de cuello uterino, de la boca y garganta (por causa de prácticas sexuales). Por eso, las autoridades han desarrollado una vacuna para personas de riesgo o las que tienen un comportamiento sexual promiscuo. La contaminación por virus HBV, HCV también aumenta el riesgo de cáncer.
Después de leer todo lo que presenté, creo que usted ya se ha convencido de que nadie está protegido contra el cáncer, pues es difícil no estar afectado por algunos de estos factores. Usted también puede concluir que hoy tenemos un aumento de cáncer en la comunidad. Pero el objetivo de este artículo no es asustar o crear pánico, sino aclarar los factores de riesgo, especialmente a las personas que tienen un riesgo aumentado. Así, estas pueden requerir de sus médicos exámenes más específicos para descubrir cánceres en una fase prematura.
El objetivo final, y tal vez el más importante, es destacar que los cambios en el estilo de vida pueden prevenir la enfermedad. Y cuanto antes se realicen esos cambios, más eficaz será la prevención.
«Si, pues, coméis, o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios» (1 Cor. 10:31).
Fuente: Revista Adventista
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