En un escenario de emergencia sanitaria como este, puede ser difícil para madres y padres gestionar la inquietud y curiosidad de los hijos. Los niños pueden responder al estrés de diversas formas, por ejemplo, mostrándose más dependientes, preocupados, enfadados o agitados, encerrándose en sí mismos o mojando la cama.
Muéstrese comprensivo ante las reacciones de su hijo, es vital que escuchemos sus preocupaciones y nos tomemos el tiempo necesario para consolarlos, darles afecto y asegurarles que están seguros de forma frecuente.
Cuando sea posible, organice momentos de juego y relajación con su hijo. Sin embargo, procure mantener sus rutinas y horarios regulares, en particular actividades escolares y de aprendizaje, asi como tambien sus horarios de ir a dormir.
Expliqueles lo que está pasando y dé a los niños información clara sobre cómo pueden reducir los riesgos de contraer la enfermedad; utilice palabras comprensibles para su edad sobre como protegerse a si mismos y a los demás.
Facilite también información sobre situaciones hipotéticas, por ejemplo, si nuestro hijo se siente enfermo y se queda en casa o en el hospital, podríamos decirle algo como: «Tienes que quedarte en casa/en el hospital porque es más seguro para ti y tus amigos. Las cosas volverán pronto a la normalidad».
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