Antes de salir a realizar las compras se debe realizar un inventario para saber qué productos se tienen en casa y qué es necesario comprar, de esta forma se evita el desperdicio alimentario innecesario.
Los alimentos que se compren deben ser principalmente no perecederos y que tengan una fecha de caducidad prolongada, por eso es importante verificarla antes de adquirir el producto. Algunos de estos alimentos son:
- Vegetales y hortalizas congelados o en conserva;
- Leguminosas: garbanzo, frijoles, lentejas, pueden ser empaquetados o enlatados;
- Enlatados: atún, sardinas, maíz, pasta de tomate, aceitunas, vegetales mixtos, melocotones, piña, champiñones, palmitos;
- Frutos secos: cacahuates, pistachos, almendras, nueces, etc. También pueden comprarse mantequilla de cacahuate o de almendras, por ejemplo;
- Leche de larga duración (UHT);
- Alimentos secos: pasta, arroz, avena, maicena, quinua, harina de trigo, maíz o centeno;
- Otros productos: frutas deshidratadas o confitadas, mermeladas, papillas de fruta, cacao en polvo, café, tés, sal, azúcar, condimentos, aceite de oliva, vinagre, pescados y levadura.
En el caso se tengan bebés, personas mayores o embarazadas, se debe tener en cuenta si es necesario comprar algunos suplementos nutricionales y fórmulas lácteas suficientes.
Además de esto, se debe calcular 1 litro de agua por persona, como mínimo por día. En caso que sea difícil conseguir agua potable, es posible purificar y desinfectar el agua a través de algunas técnicas como el uso de filtros, por ejemplo.
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