Sufrimiento y cambio van de la mano, por extraño que parezca. Reprimir los sentimientos no nos hace ningún bien, y enfrentarlos a veces es muy difícil. Entonces, ¿ que podemos hacer?
¿Qué evento podría ser más emblemático para señalar un cambio importante en la historia reciente de la humanidad, que la pandemia del covid-19?
Desde que las facilidades de la vida moderna, como el celular e internet, ganaron espacio en la vida cotidiana, el ser humano ha estado más distraído.
Así, la televisión, internet, los smartphones, las redes sociales, los juegos, las comidas rápidas y demás dispositivos se han convertido en una suerte de anestesia para los dolores humanos más esenciales, como son:
El miedo a la muerte, la pérdida de seres queridos, la soledad, las incertidumbres, los conflictos familiares, las presiones financieras, etc.
Por eso, cada uno en su medida, ha encontrado en la facilidad y superficialidad de esta vida una salida y una distracción.
Llegó todo junto
Es muy cierto que estos dolores difícilmente ocurrieron todos al mismo tiempo en la vida de una persona. Pero comprar, abusar de las redes sociales, los juegos, la comida, incluso podría “funcionar” como un mecanismo de escape por un tiempo.
Sin embargo, una de las primeras implicaciones emocionales que ha traído la pandemia es poner ante nosotros todos estos dolores, difíciles de vivir, al mismo tiempo. Entonces surge la pregunta: ¿cómo ser agradecido en medio de las dificultades?
Es un hecho que, para una parte de la humanidad que poco a poco ha medicalizado toda la tristeza, todo miedo y toda angustia (aunque en algunos casos sea necesario), o ha utilizado otros recursos para no enfrentarse con estos sentimientos, ahora tiene que lidiar con la pregunta:
¿Qué recursos tenemos para hacerle frente a todo esto a la vez? La respuesta es poco esperanzadora: pocos o ninguno
De esta manera, nos quedamos con esta nueva y prolongada circunstancia –tiempos de pandemia- para dar pasos vacilantes en un terreno completamente nuevo para la mayoría de nosotros: convivir y aprender a tolerar el sufrimiento.
¿Cómo vivir un cambio en medio de estas circunstancias?
Actualmente, los caminos hacia una buena salud mental convergen en la idea de desarrollar la capacidad de tolerar el sufrimiento.
La razón para esto es muy simple: ¡no hay vida real sin sufrimiento!
En otras palabras, tratar de evitar el sufrimiento tiene consecuencias.
Por ejemplo, ignorar lo que duele puede conducir a una falta de control en el trabajo. O incluso, enmascarar la angustia a través de la compra compulsiva, la comida, el alejamiento de lo que es importante, etc.
Por otro lado, aunque debilitado por la pandemia, este período también nos fortaleció. Esta es una verdad difícil de entender, pero ¿sabes por qué es cierto?
Porque la mayor fuerza humana surge cuando estamos en conexión con su sufrimiento: experimentar el significado de la tristeza, la angustia y el dolor que nos afectan a lo largo de la vida.
En resumen, ¡el mayor catalizador para el cambio es el sufrimiento y la frustración!
Esto definitivamente suena raro, ¿no? Pero el tiempo dirá y mostrará los efectos de esta experiencia global sobre cómo enfrentar del dolor.
Ciertamente, un gran grupo de personas habrá aprendido a sobrevivir a la angustia y al dolor, esto los habilitará para vivir una vida mejor, evitando el sufrimiento a toda costa.
Finalmente, unas palabras de motivación: ¡que toda la fuerza que haz ganado en los últimos tiempos gracias al sufrimiento, te permita experimentar plenamente todos las bendiciones que tienes!
Ha llegado el momento del cambio. ¿Tú vienes?
Fuente: Quiero Vida y Salud
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